Arqueología Centrosur de Cuba

Se ha escogido la región centro-sur de Cuba como área con la cual estarán vinculados los trabajos, artículos, comentarios o noticias de interés científico; porque hasta hace unos veinte años atrás era la región menos conocida de la isla desde el punto de vista arqueológico.

martes, septiembre 04, 2007

ALGUNAS CONSIDERACIONES SOBRE LA DIETA...(Tercera Parte)

exctagua 4a Santiago F. Silva García (1)
Reynaldo Pérez Jiménez (2)
Orlando Álvarez de la Paz (3)
Leonardo Rojas Pérez (4)

(1) Licenciado en Física
Arqueólogo aficionado.
(2) Licenciado en Historia
Arqueólogo aficionado.
(3) Ingeniero en Sanidad Vegetal
Arqueólogo aficionado.
(4) Licenciado en Biología.


DISCUSIÓN

Del análisis de los restos de la dieta se destaca que la lisa (Mugil sp) debe ser la especie que con mayor frecuencia es vulnerable a los métodos y utensilios de pesca que se emplean por los aborígenes de la Toma de Agua.

José M Guarch Delmonte señala que Las Casas observa en el puerto de Jagua o Cienfuegos, en Cuba, el acorralamiento de gran cantidad de lisas, en corrales hechos de cañas hincadas unas junto a las otras, "de donde con sus redes sacaban las que querían y las otras dejábanlas de la manera que la tuvieran en una alberca o estanque".

Todas las especies que se identifican, a partir de los restos óseos, poseen hábitos neríticos, o sea, que frecuentan la faja de agua que está cercana a la costa, sobre la plataforma; además se debe tener presente que especies tales como la cubera (Lutjanus cyanopterus) y como el pargo colorado (Lutjanus campechanus) son propios de costas de manglares y otros como el róbalo común (Centropomus undecimalis) habitan en esteros y desembocaduras de los ríos.

En la actualidad se puede comprobar que a excepción del pargo y la picúa (Sphyraena barracuda), el resto de las especies antes mencionadas remontan el río Zaza hasta las estribaciones de la Toma de Agua.

El hallazgo de sumergidores de red junto al resto del material, demuestra el empleo de dicha arte de pesca en este tipo de actividad económica.

Resulta abrumadora la cantidad de restos óseos de quelonios marinos y en especial de tortuga verde (Chelonia midas), cuestión esta que nos inclina a afirmar que este reptil constituye otro de los alimentos predilectos de esta comunidad.

Un método al cual hace referencia Fernández de Oviedo -citado por José M. guarch- es el empleo por los aborígenes del pez pega o rémola; el cual ataban por la cola y lanzándolo al agua éste se aferra o pega en poco tiempo a un pez o tortuga. Este método se aplica experimentalmente en Cuba por Nicasio Viña; comprobándose que sólo es efectivo para ejemplares pequeños, pues en la mayoría de los casos se desprendía la cola o el propio pez.

Como es conocido, los quelonio marinos desovan en las partes de la costa arenosa o playas. Atendiendo a ello, la captura de estos animales se debe realizar -si emplean el primer método- a cierta distancia de la desembocadura del río Zaza. En este lugar la costa es típica de manglar. Sin embargo, distante de la misma, existen zonas propicias para el desove, como es el caso de la cayería situada en la costa sur de Sancti-Spiritus y proximidades de la actual provincia de Ciego de Avila.

En la mayoría de los sitios estudiados en nuestro país la cantidad de restos óseos de quelonios es poco significativa, presumiéndose que estos eran sacrificados junto a la costa y parte de su carne transportada al sitio de habitación. Es por ello que resulta interesante el hecho de que en el sitio Toma de Agua aparecen en forma abundante los restos óseos de quelonios marinos (huesos y fragmentos de caparazón). "Esto constituye una particularidad novedosa y a la vez no común en los restantes sitios del país".

Es bueno señalar que varios huesos, colectados en el área de excavación, poseen apreciables huellas incisas, en forma de cortes; las cuales debieron ser producidas al descuartizar estos animales durante su preparación.

En lo tocante a los mamíferos, las jutías de los géneros Capromys, Geocapromys y Boromys . también figuran como elementos dietéticos, aunque en menor proporción que los peces y quelonios, esto no es necesariamente un indicativo de que esta actividad fuese poco frecuente, pues la mayor de estas jutías, la Capromys pilorides Say, pudo suministrarles hasta 3160 g de carne, que representa un 70% del peso total del ejemplar; lo que constituye una buena fuente de proteínas animal.

Dadas las características del sitio, su localización a sólo 18 km de la costa sur y la presencia de evidencias óseas de mantí (Trichechus manatus) es muy posible que este mamífero arribase hasta las proximidades de dicho asentamiento remontando el río Zaza desde su desembocadura.

Para las comunidades aborígenes, la caza fluvial del manatí constituye un acontecimiento relevante; actividad subsistencial que seguramente realizaban con gran regocijo, puesto que la captura de uno de estos grandes mamíferos adultos se traduce en la apropiación de más de 450 kg de alimento de primera clase.

La recolección de moluscos univalvos (gasterópodos) y bivalvos (pelecípodos), aunque no es abundante, constituye otra actividad económica indispensable por la poca complejidad de la misma; presentándose, sin embargo, una alta variedad de especímenes. Es obvio que, dada la cercanía relativa de la zona de manglar, entre los moluscos marinos y terrestres el mayor porciento que se colecta corresponda a los primeros.

Otra de las motivaciones, posiblemente, es la utilización de la concha como instrumento o herramienta de trabajo; así ocurre con las valvas de la Codakia orbicularis, las cuales presentan en su totalidad huellas de trabajo por su utilización como raspadores o "descamadores".¡

El único ejemplar de Tellina radiata que se colecta, aparece también con evidentes huellas de desgaste en la periferia del labio de la concha; lo que a las claras es un indicativo de su empleo en los procesos de trabajo que se mencionan anteriormente.

Es sugerente que la existencia de cuatro puntas que se obtienen a partir de la columela del Strombus gigas (cobo), que se acopian junto a los restos de dieta. Estas constituyen parte del artefactual que se emplea en la preparación de alimentos, al igual que los raspadores de Codakia y varios desbastadores de coral.

Acerca de las referidas puntas, Ramón Dacal Moure y Manuel Rivero de la Calle, en su obra Arqueología aborígen de Cuba, expresan que "se trata de manifestaciones de una industria empleada en punzar, quizás en abrir otros moluscos como las bayas y los ostiones".

Lo anterior posibilita esgrimir el criterio de que dichas puntas hayan sido utilizadas con tal finalidad, lo que explicaría el hecho de que las conchas de los bivalvos aparezcan intactas, o sea, no fragmentadas luego de su separación.

La recolección de crustáceos no está excenta como actividad económica complementaria del resto de las labores subsistenciales que se desarrollan por esta comunidad.

El cangrejo azul (Cardisoma guanhumi) y el cangrejo rojo (Geocarcinus ruricola) deben ser presumiblemente, otros de los componentes dietarios; ampliándose aún más las posibilidades de un balance protéico en la alimentación.

Refiriéndose al consumo de crutáceos por los aborígenes, Ramón Dacal Moure y Manuel Rivero de la Calle señalan que:

[...] Siguiendo una vieja tradición, los agroalfareros continuaron consumiendo grandes cantidades de cangrejos; de los cuales se han encontrado distintas especies en los residuarios de esta etapa.

Actualmente puede observarse la presencia de especímenes de cangrejos terrestres; así como también la llamada jaiba (Callinectes, sp) muy cerca del sitio Toma de Agua y del área circundante a éste.

La zona de manglar y las riveras del río Zaza también favorecen la incorporación de especies de nuestra avifauna a la dieta de esta comunidad. Muestra elocuentes lo es la presencia de un número no muy significativo de huesos de aves dentro de los restos óseos que conforman la dieta estudiada.

El cultivo de la yuca amarga (Manihot esculenta, Grantz) para la obtención del tradicional casabe se demuestra por la presencia de grandes fragmentos de burenes, artefactos de barro cocido en el que se fabricaban o procesaban este tipo de alimento.

La domesticación de otras plantas y su incorporación en la alimentación incide en una mayor disponibilidad de nutrientes en la dieta del grupo humano que se asienta en la Toma de Agua,

José M. Guarch Delmonte, en relación con los medios en que los aborígenes realizan sus actividades económicas, establece la siguiente clasificación:

.Marina litoral: línea de la costa hasta los 10 m de profundidad.
.Marina profunda: profundidad mayor de 10 m (generalmente sobre la plataforma sumergida).
.Terrestre litoral: línea de la costa hasta los 10 m de tierra adentro.
.Terrestre interior: tierra adentro a más de 500 m de la costa.

Siguiendo esta dirección la actividad marina profunda se ejecuta profusamente, siendo menos frecuente. Ello no sólo se deduce por la poca presencia de especímenes correspondientes a este medio; sino también por la poca profundidad de la costa sur en el sector que circunda la desembocadura del río Zaza hasta una apreciable distancia del litoral.

Según la forma de apropiación de cada una de las especies, existen tres actividades económicas subsistenciales: recolección, caza y pesca; las cuales están representadas en la Toma de Agua en los diferentes medios donde se llevan a cabo. Para la recolección y la caza: marina, terrestre del litoral, terrestre interior y fluvial. Para la pesca: marina litoral y fluvial.

La actividad humana en la búsqueda de alimentos de origen animal se extiende tal como lo establecen José M. Guarch Delmonte y Agustín Vázquez Mestre: en zona arenosa, zona litoral, zona sublitoral, zona abisal, zona de agua fluvial, relieve llano con bosque xerófilo y atmósfera.


CONCLUSIONES

Del análisis y estudio del material procedente de la excavación del área # 2 del sitio Toma de Agua se puede inferir lo que a continuación se expone:

-Las capas estatigráficas son fértiles (presencia de evidencias) de 0,50 m hasta 1,70 m de profundidad, con excepción del nivel 1,40 m - 1,50 m de profundidad; donde no se detectan evidencias. Esto último permite interpretar que el área de ocupación se abandona durante un período de tiempo determinado.

-Los peces, quelonios y moluscos están presentes en todos los niveles de la excavación, no comportándose de igual manera los crustáceos y aves, ausentes en los niveles 3, 5 y 6. Además, estos dos últimos grupos y los mamíferos son los restos menos representados en toda la excavación.

-De aquí se infiere que las actividades de pesca y la recolección se practican con mayor incidencia y que la caza de aves, mamíferos y saurios estuvo relegada a determinados períodos. Quizás esto responda, en el caso de las aves, a la intricada vegetación de la zona boscosa que dificulta grandemente el libre movimiento y en los saurios por el hábitat en el litoral, características no propicias para que estos animales sean muy abundantes en el área costera circundante. Además de la resistencia que presentan estos especímenes a su caza.

-En la poca abundancia de restos de crustáceos pudo influir la mengua que deben sufrir tanto el cangrejo azul (Cardisoma guanhumi); así como la jaiba de río por su cercanía al hábitat de la comunidad; además de la preferencia quizás de otros grupos faunísticos que proveían de una mayor cantidad de gramos-carne, posibilidad esta más acertada dada la insignificante presencia de dichos restos en el área de ocupación. La recolección no se exceptúa en ninguna de las áreas de actividad humana.

-No resulta de igual manera para la caza y la pesca, que se centra -para la primera- en el medio terrestre litoral y terrestre y que para la segunda se desarrolla en el medio fluvial. La actividad de recolección se justifica por la relativa facilidad con que se ejecuta, sin apenas resistencia por parte de los referidos animales (presentes en la dieta), pero en la pesca deben incidir factores que se corresponden con la riqueza de especies en esos ecosistemas.


BIBLIOGRAFÍA

.Alonso Alonso, Enrique (1999): Estudio arqueológico de restos de alimentos, en: Arqueología de Cuba y de otras áreas antillanas, Editorial Academia, La Habana, Cuba.

.Borde, Mario (1966): Diccionario de nombres vernáculos de vertebrados cubanos, Editorial Academia, La Habana, Cuba.

.Pino Rodríguez, Milton (1978): Consideraciones sobre los elementos dietarios del sitio Levisa, Mayarí, en: Cuba Arqueológica, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, Cuba.

.Silva García, Santiago, Reinaldo Pérez Jiménez y Orlando Álvarez de la Paz (1993): Incidencias de las actividades subsistenciales en las comunidades aborígenes de Toma de Agua, La Sierpe, Sancti-Spiritus, Cuba (inédito).

.Silva García, Santiago, Reinaldo Pérez Jiménez y Orlando Álvarez de la Paz (1996): Interdependencia entre áreas bióticas y actividades subsistenciales a partir del estudio de restos faunísticos (inédito).

.Silva García, Santiago, Reinaldo Pérez Jiménez, Orlando Álvarez de la Paz y Marcos Rodríguez Matamoros (2002): El sitio neolítico de la Toma de Agua, La Sierpe, Sancti-Spiritus, Cuba (inédito).


Copyright: Santiago F. Silva García
Reinaldo Pérez Jiménez
Orlando Álvarez de la Paz
Leonardo Rojas Pérez

Hasta la próxima:





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