Arqueología Centrosur de Cuba

Se ha escogido la región centro-sur de Cuba como área con la cual estarán vinculados los trabajos, artículos, comentarios o noticias de interés científico; porque hasta hace unos veinte años atrás era la región menos conocida de la isla desde el punto de vista arqueológico.

sábado, diciembre 23, 2006

ASPECTO FÍSICO DEL HOMBRE EN SUS DIFERENTES ETAPAS.

*Extraido de "Los aborígenes en Cabaiguán", de los autores Orlando Álvarez de la Paz y Santiago F. Silva García, editorial Luminaria (2005), Sancti-Spiritus (Cuba).


En relación con las comunidades aborígenes que poblaron las márgenes de los arroyos, ríos y abrigos rocosos del municipio de Cabaiguán es importante señalar que no existen referencias de los cronistas, ni hallazgos arqueológicos que permitan realizar una minuciosa descripción de su aspecto físico. No obstante, estas características pueden ser inferidas de manera tentativa hasta que la profundización de las investigaciones posibiliten una científica argumentación del tema; lo cual se podría lograr mediante el análisis pormenorizado del conjunto artefactual presente en cada uno de ellos y su comparación con otros sitios de habitación del archipiélago, donde se han exhumado enterramientos que han permitido la valiosa información. Por lo tanto, este capítulo se limita a brindar la información obtenida por prestigiosos investigadores sobre el tema, con el fin de "redondear" las ideas sobre los primitivos aborígenes de los cuales se viene tratando.

Tabío y Rey (1), refiriéndose a las características físicas de los diferentes grupos humanos, incluidos dentro del preagroalfarero, señalan:
[...] eran "hombres de baja a mediana estatura" (Herrera Fritot, 1943), con "cráneos no deformados [y] con detalles que los hacen más antiguos que los deformados" (Royo Guardia, 1943) y "con una estructura nasal conocida por Leptorrino" (Cosculluela, 1943).

Por su parte, Dacal y Rivero, aludiendo también al aspecto físico del hombre preagroalfarero. afirman:
[...] el hombre preagroalfarero era, en los individuos masculinos, de cráneo pequeño, normal y alto, de cara ancha a media, de nariz mediana y órbitas o cavidades oculares también de tamaño mediano y paladar corto. Las mujeres tenían también tendencias en los cráneos a ser altos, cara y nariz medianas, órbitas altas y paladar corto. La capacidad craneana, en los individuos masculinos, se ha estimado en 1304 cm cúbicos y en los femeninos en 1190 cm cúbicos. Estas características [...] son las que se han estimado como promedio para todo el grupo, aunque desde luego, existen algunas diferencias dentro del material osteológico estudiado.

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foto 1.- Cráneo preagroalfarero. *


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Foto 2.- Entierro secundario. *


Las conclusiones del estudio antropológico indican que se trata de un grupo humano que puede enmarcar dentro de la gran población amerindia de nuestro continente (2).

Según Dacal y Rivero (3) los restos del hombre que había vivido en los sitios arqueológicos considerados como Protoagrícolas no habían sido localizados hasta 1986, en que dan a conocer su obra. Sin embargo, el criterio sostenido en aquel entonces por dichos investigadores, refiere que, por las características mongoloides del hombre americano, los individuos de esa etapa debían tener -de manera general- rasgos similares a aquellos primeros pobladores.

Los reportes sobre la presencia de restos humanos de los protoagrícolas, son relativamente recientes y no concluyentes a la hora de definir el aspecto físico, de manera general, en estos grupos humanos.

Según el resultado de las investigaciones de Cesar Rodríguez Arce y Jorge Ulloa, hasta el presente sólo unos pocos yacimientos, con exhumaciones de osamentas, han sido encontrados en el centro y el oriente de Cuba (4).

Las primeras consideraciones antropológicas y forenses sobre este grupo, se exponen en las investigaciones arqueológicas del sitio La Luz, del municipio Songo la Maya; en la provincia de Santiago de Cuba, sobre la base del estudio antropológico de dos entierros secundarios y un entierro primario; cuyos cráneos no presentan la típica deformación cefálica, "práctica cultural entre los agricultores taínos y subtaínos" (5).
Con anterioridad a este reporte, Cesar Rodríguez Arce y Jorge Ulloa, señalan:
[..] Una de las referencias a la presencia de restos humanos en un contexto apropiador con alfarería fue realizada por Felipe Pichardo Moya (1990) en su obra Caverna, costa y meseta, donde señala el hallazgo [...] de un yacimiento con gubias, cascos de alfarería semejantes a los del Caney de la finca La Gloria y cráneos no deformados.
El hecho de coincidir estos tres elementos [...] fue una de las claves para que el autor fundamentara la posible presencia de alfarería entre los llamados ciboneyes.
[...] el análisis del contexto del yacimiento Arroyo del Palo junto a los restos humanos en el exhumado, también diagnosticaba la ausencia de deformación craneana y la presencia de ofrendas que no se alejaban de las tradicionalmente reconocidas para los grupos preagroalfareros
(6).

Según el nivel actual en que se encuentran los trabajos arqueológicos y antropológicos, los anteriores autores, en ese sentido, resumen algunas generalidades; citando entre ellas: la práctica de las inhumaciones realizadas -por lo regular- en las áreas de deshechos de habitación, regularidad que ha sido reportada para La Luisa; no siendo así en el caso de los asentamientos protoagrícolas Las Damas II, Neiva Viejo, Tres Palmas I y Birama, todos reportados para la provincia de Sancti-Spiritus; el empleo de piedras para el acomodo y protección de los restos en algunos yacimientos, que recuerda similares prácticas en sitios de filiación preagroalfarera de Cuba y República Doiminicana; y la posición fetal forzada de las osamentas, debido a su introducción en una fosa pequeña o al entierro en el que los restos son cubiertos por una especie de envoltura; que pudiera indicarnos una tradición ritual funeraria de este grupo.

La presencia de restos de la dieta, que aparecen asociados con cráneos u otras partes del enterramiento, no les permiten a Cesar Rodríguez Arce y Jorge Ulloa, afirmar su carácter ceremonial o su uso como ofrendas funerarias.

Si se analizan los criterios planteados con anterioridad, para los diferentes grados de desarrollo de las fuerzas productivas de otras partes de la Isla y se toman en consideración las similitudes -en términos generales- de sus evidencias arqueológicas con las de los asentamientos de Cabaiguán, puede señalarse que el aspecto físico de los aborígenes de esta localidad se corresponde con el apreciado en otros sitios de habitación de Cuba.

REFERENCIAS

(1) Ernesto E. Tabío y Estrella Rey: Prehistoria de Cuba, p. 74.
(2) Ramón Dacal Moure y Manuel Rivero de la Calle: Arqueología aborigen de Cuba, p. 80.
(3) Ibidem, p. 110.
(4) Cesar Rodríguez Arce y Jorge Ulloa: Análisis de los restos humanos del yacimiento Los Chivos, en El Caribe Arqueológico, nº 5, p. 111.
(5) Antonio Cobo, Alfredo Lorié y José Jiménez: Primeras consideraciones antropológicas y forenses sobre un Protoagricultor o ceramista temprano en el Caribe, en El Caribe Arqueológico, nº 1, p.27.
(6) Cesar Rodríguez Arce y Jorge Ulloa: Análisis de los restos humanos del yacimiento Los Chivos, en El Caribe Arqueológico, nº 5, pp. 111-112.

* Fotos :- Dacal Moure, Ramón y M. Rivero de la Calle (1986): Los aborígenes de Cuba, editorial Gente Nueva, Ciudad de La Habana, Cuba.

Copyright: Orlando Álvarez de la Paz
Santiago F. Silva García
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email: aguilasdeanaga@gmail.com





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